lunes, 25 de abril de 2011

Visita Pascua Joven Parroquia Santa Ana



Aquí algunas fotos de la visita a la Pascua Joven de la Parroquia Santa Ana :)

Visita Pascua Joven Parroquia Nuestra Señora del Rosario

Muchísimos jóvenes también acudieron a la pascua de la parroquia Nuestra Señora del Rosario. Los jóvenes recibieron también la visita de Lourdes Zelada, secretaria ejecutiva interina de la PJA, y el Padre Kleber Cardoso Css, asesor de la PJA. Aquí presentamos las fotos.

Visita Pascua Joven Parroquia San Pedro y San Pablo

Muchísimos jóvenes se congregaron en la pascua de la parroquia San Pedro y San Pablo, para vivir una semana santa diferente, compartimos las fotos de dicha visita =)

Visita Pascua Joven Parroquia San Gerardo

En un ambiente de mucha alegría se desarrolló la pascua joven en la parroquia San Gerardo de nuestro decanato, compartimos las fotos de la visita =)

lunes, 18 de abril de 2011

Visita Pastoral: Cuasi Parroquia Virgen María Reina

Ensayando el vía Crucis: en esa tarea se encontraban los chicos de la Cuai Parroquia Virgen María Reina en el momento de la visita Pastoral.. =) Aquí compartimos las fotos de dicha visita.

Mensaje de Semana Santa - coordinación Decanato III


“Coordinación de Pastoral de Juventud Decanato III. Abril de 2011
“Mensaje de Semana Santa”

“Arraigados y Edificados en Cristo, firmes en la Fe” (Cf. Col. 2, 7)

Queridos hermanos y hermanas:

Con mucha alegría y regocijo y en el marco de los festejos del Bicentenario de nuestra Independencia hemos iniciado oficialmente con el Domingo de Ramos, la “ Semana Santa” o “Semana Mayor” del cristianismo, un tiempo en el cual Dios nos habla y se manifiesta con mayor intensidad.

El Papa Benedicto XVI en su mensaje anual en ocasión del aniversario nº 26 de la Jornada Mundial de la Juventud nos insta a estar arraigados y edificados en Cristo y firmes en la Fe.

Somos invitados a recorrer estos días Santos con devoción, mucha Fe y por sobre todo una profunda caridad operante, meditando en su sentido más profundo dentro de las pascuas jóvenes el significado de cada rito que realizaremos en la liturgia de estos días.

El Santo Triduo Pascual, cargado de innumerables gestos, signos y símbolos nos preparan el camino para vivir y actualizar el misterio de nuestra redención, la Pascua. El jueves santo se nos propone reflexionar en torno a la Eucaristía, el amor, el servicio y el sacramento del Orden Sagrado, Jesucristo Sacerdote nos enseña a servir.

El viernes Santo se nos propone meditar en el desierto personal y comunitario en torno a la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. El sábado en un silencio esperanzador y gozoso acompañamos a María, nuestra madre, junto al sepulcro esperando la resurrección de nuestro Salvador.

En la Solemne Vigilia Pascual, la noche de las noches, madre de todas las vigilias vivimos 4 momentos de profundo significado para nuestra madre, la Iglesia: La liturgia de la luz, la Liturgia de la Palabra, la Liturgia Bautismal y la Liturgia Eucarística. En ella esperamos con alegría y profundo gozo a través de los signos y símbolos propios de esta solemne vigilia, la Resurrección de Nuestro Salvador; Cristo rompe las cadenas de la muerte!!

Me permito transcribir un fragmento del Mensaje del Papa a todos los jóvenes del mundo: “Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso”. BENEDICTUS PP. XVI
Queridos jóvenes, amigos y hermanos en Cristo, les animo a que continuemos trabajando con alegría y fortaleza perseverando en la Fe, en la esperanza y en el amor y deseo de corazón que en esta Pascua como jóvenes podamos lograr que muchos jóvenes se encuentren con Jesucristo y con Él, el sentido a sus vidas.
Ánimo amigos!!! Mis oraciones los acompañan!! Bendiciones!!!


Asunción, 17 de abril de 2010

Justo Darío Silva Yegros

Coordinación de Pastoral de Juventud
Decanato III
Arquidiócesis de la Santísima Asunción
E-mail: pjdk3@hotmail.com

Cel: (+595981) 685 426; (+595961) 435-256

sábado, 16 de abril de 2011

Misa del bicentenario: "Desde el corazón de América Paraguay celebra sus 200 años"


Para celebrar la gran Acción de Gracias a Dios por los 200 años de independencia de nuestro querido Paraguay, se está organizando una hermosa Eucaristía con el lema "El corazón de América celebra sus 200 años".

Será el martes, 31 de mayo, en el estadio Defensores del Chaco (Mayor Martínez y Arellano - Barrio Sajonia - Asunción).

La programación en esta: a las 17 horas será la apertura de los portones, seguida de alabanzas, cantos y danzas. Luego, a las 19:30 horas, será celebrada la Eucaristía presidida por Monseñor Pastor Cuquejo. Y la clausura será a las 21 horas con el concierto de Hu Haa y Cristian Arzamendia.
La entrada es libre y gratuita.

Mensaje del Papa Benedicto XVI a los jóvenes en Ocasión de la XVI JMJ


MENSAJE DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
PARA LA XXVI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD
2011

“Arraigados y edificados en Cristo,
firmes en la fe”(cf. Col 2, 7)


Queridos amigos
Pienso con frecuencia en la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney, en el 2008. Allí vivimos una gran fiesta de la fe, en la que el Espíritu de Dios actuó con fuerza, creando una intensa comunión entre los participantes, venidos de todas las partes del mundo. Aquel encuentro, como los precedentes, ha dado frutos abundantes en la vida de muchos jóvenes y de toda la Iglesia. Nuestra mirada se dirige ahora a la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid, en el mes de agosto de 2011. Ya en 1989, algunos meses antes de la histórica caída del Muro de Berlín, la peregrinación de los jóvenes hizo un alto en España, en Santiago de Compostela. Ahora, en un momento en que Europa tiene que volver a encontrar sus raíces cristianas, hemos fijado nuestro encuentro en Madrid, con el lema: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Os invito a este evento tan importante para la Iglesia en Europa y para la Iglesia universal. Además, quisiera que todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia, que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Señor Jesús resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros.

1. En las fuentes de vuestras aspiraciones más grandes

En cada época, también en nuestros días, numerosos jóvenes sienten el profundo deseo de que las relaciones interpersonales se vivan en la verdad y la solidaridad. Muchos manifiestan la aspiración de construir relaciones auténticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz. Al recordar mi juventud, veo que, en realidad, la estabilidad y la seguridad no son las cuestiones que más ocupan la mente de los jóvenes. Sí, la cuestión del lugar de trabajo, y con ello la de tener el porvenir asegurado, es un problema grande y apremiante, pero al mismo tiempo la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande. Al pensar en mis años de entonces, sencillamente, no queríamos perdernos en la mediocridad de la vida aburguesada. Queríamos lo que era grande, nuevo. Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza. Ciertamente, eso dependía también de nuestra situación. Durante la dictadura nacionalsocialista y la guerra, estuvimos, por así decir, “encerrados” por el poder dominante. Por ello, queríamos salir afuera para entrar en la abundancia de las posibilidades del ser hombre. Pero creo que, en cierto sentido, este impulso de ir más allá de lo habitual está en cada generación. Desear algo más que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ¿Se trata sólo de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su “huella”. Dios es vida, y cada criatura tiende a la vida; en un modo único y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegría y a la paz. Entonces comprendemos que es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría: «sin el Creador la criatura se diluye» (Con. Ecum. Vaticano. II, Const. Gaudium et Spes, 36). La cultura actual, en algunas partes del mundo, sobre todo en Occidente, tiende a excluir a Dios, o a considerar la fe como un hecho privado, sin ninguna relevancia en la vida social. Aunque el conjunto de los valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio –como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia–, se constata una especie de “eclipse de Dios”, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza.
Por este motivo, queridos amigos, os invito a intensificar vuestro camino de fe en Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Vosotros sois el futuro de la sociedad y de la Iglesia. Como escribía el apóstol Pablo a los cristianos de la ciudad de Colosas, es vital tener raíces y bases sólidas. Esto es verdad, especialmente hoy, cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento. Vosotros, jóvenes, tenéis el derecho de recibir de las generaciones que os preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestra vida, del mismo modo que una planta pequeña necesita un apoyo sólido hasta que crezcan sus raíces, para convertirse en un árbol robusto, capaz de dar fruto.

2. Arraigados y edificados en Cristo

Para poner de relieve la importancia de la fe en la vida de los creyentes, quisiera detenerme en tres términos que san Pablo utiliza en: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Aquí podemos distinguir tres imágenes: “arraigado” evoca el árbol y las raíces que lo alimentan; “edificado” se refiere a la construcción; “firme” alude al crecimiento de la fuerza física o moral. Se trata de imágenes muy elocuentes. Antes de comentarlas, hay que señalar que en el texto original las tres expresiones, desde el punto de vista gramatical, están en pasivo: quiere decir, que es Cristo mismo quien toma la iniciativa de arraigar, edificar y hacer firmes a los creyentes.
La primera imagen es la del árbol, firmemente plantado en el suelo por medio de las raíces, que le dan estabilidad y alimento. Sin las raíces, sería llevado por el viento, y moriría. ¿Cuáles son nuestras raíces? Naturalmente, los padres, la familia y la cultura de nuestro país son un componente muy importante de nuestra identidad. La Biblia nos muestra otra más. El profeta Jeremías escribe: «Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto» (Jer 17, 7-8). Echar raíces, para el profeta, significa volver a poner su confianza en Dios. De Él viene nuestra vida; sin Él no podríamos vivir de verdad. «Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo» (1 Jn 5,11). Jesús mismo se presenta como nuestra vida (cf. Jn 14, 6). Por ello, la fe cristiana no es sólo creer en la verdad, sino sobre todo una relación personal con Jesucristo. El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia. Cuando comenzamos a tener una relación personal con Él, Cristo nos revela nuestra identidad y, con su amistad, la vida crece y se realiza en plenitud. Existe un momento en la juventud en que cada uno se pregunta: ¿qué sentido tiene mi vida, qué finalidad, qué rumbo debo darle? Es una fase fundamental que puede turbar el ánimo, a veces durante mucho tiempo. Se piensa cuál será nuestro trabajo, las relaciones sociales que hay que establecer, qué afectos hay que desarrollar… En este contexto, vuelvo a pensar en mi juventud. En cierto modo, muy pronto tomé conciencia de que el Señor me quería sacerdote. Pero más adelante, después de la guerra, cuando en el seminario y en la universidad me dirigía hacia esa meta, tuve que reconquistar esa certeza. Tuve que preguntarme: ¿es éste de verdad mi camino? ¿Es de verdad la voluntad del Señor para mí? ¿Seré capaz de permanecerle fiel y estar totalmente a disposición de Él, a su servicio? Una decisión así también causa sufrimiento. No puede ser de otro modo. Pero después tuve la certeza: ¡así está bien! Sí, el Señor me quiere, por ello me dará también la fuerza. Escuchándole, estando con Él, llego a ser yo mismo. No cuenta la realización de mis propios deseos, sino su voluntad. Así, la vida se vuelve auténtica.
Como las raíces del árbol lo mantienen plantado firmemente en la tierra, así los cimientos dan a la casa una estabilidad perdurable. Mediante la fe, estamos arraigados en Cristo (cf. Col 2, 7), así como una casa está construida sobre los cimientos. En la historia sagrada tenemos numerosos ejemplos de santos que han edificado su vida sobre la Palabra de Dios. El primero Abrahán. Nuestro padre en la fe obedeció a Dios, que le pedía dejar la casa paterna para encaminarse a un país desconocido. «Abrahán creyó a Dios y se le contó en su haber. Y en otro pasaje se le llama “amigo de Dios”» (St 2, 23). Estar arraigados en Cristo significa responder concretamente a la llamada de Dios, fiándose de Él y poniendo en práctica su Palabra. Jesús mismo reprende a sus discípulos: «¿Por qué me llamáis: “¡Señor, Señor!”, y no hacéis lo que digo?» (Lc 6, 46). Y recurriendo a la imagen de la construcción de la casa, añade: «El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra… se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida» (Lc 6, 47-48).
Queridos amigos, construid vuestra casa sobre roca, como el hombre que “cavó y ahondó”. Intentad también vosotros acoger cada día la Palabra de Cristo. Escuchadle como al verdadero Amigo con quien compartir el camino de vuestra vida. Con Él a vuestro lado seréis capaces de afrontar con valentía y esperanza las dificultades, los problemas, también las desilusiones y los fracasos. Continuamente se os presentarán propuestas más fáciles, pero vosotros mismos os daréis cuenta de que se revelan como engañosas, no dan serenidad ni alegría. Sólo la Palabra de Dios nos muestra la auténtica senda, sólo la fe que nos ha sido transmitida es la luz que ilumina el camino. Acoged con gratitud este don espiritual que habéis recibido de vuestras familias y esforzaos por responder con responsabilidad a la llamada de Dios, convirtiéndoos en adultos en la fe. No creáis a los que os digan que no necesitáis a los demás para construir vuestra vida. Apoyaos, en cambio, en la fe de vuestros seres queridos, en la fe de la Iglesia, y agradeced al Señor el haberla recibido y haberla hecho vuestra.

3. Firmes en la fe

Estad «arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). La carta de la cual está tomada esta invitación, fue escrita por san Pablo para responder a una necesidad concreta de los cristianos de la ciudad de Colosas. Aquella comunidad, de hecho, estaba amenazada por la influencia de ciertas tendencias culturales de la época, que apartaban a los fieles del Evangelio. Nuestro contexto cultural, queridos jóvenes, tiene numerosas analogías con el de los colosenses de entonces. En efecto, hay una fuerte corriente de pensamiento laicista que quiere apartar a Dios de la vida de las personas y la sociedad, planteando e intentando crear un “paraíso” sin Él. Pero la experiencia enseña que el mundo sin Dios se convierte en un “infierno”, donde prevalece el egoísmo, las divisiones en las familias, el odio entre las personas y los pueblos, la falta de amor, alegría y esperanza. En cambio, cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz, se construye concretamente la civilización del amor, donde cada uno es respetado en su dignidad y crece la comunión, con los frutos que esto conlleva. Hay cristianos que se dejan seducir por el modo de pensar laicista, o son atraídos por corrientes religiosas que les alejan de la fe en Jesucristo. Otros, sin dejarse seducir por ellas, sencillamente han dejado que se enfriara su fe, con las inevitables consecuencias negativas en el plano moral.
El apóstol Pablo recuerda a los hermanos, contagiados por las ideas contrarias al Evangelio, el poder de Cristo muerto y resucitado. Este misterio es el fundamento de nuestra vida, el centro de la fe cristiana. Todas las filosofías que lo ignoran, considerándolo “necedad” (1 Co 1, 23), muestran sus límites ante las grandes preguntas presentes en el corazón del hombre. Por ello, también yo, como Sucesor del apóstol Pedro, deseo confirmaros en la fe (cf. Lc 22, 32). Creemos firmemente que Jesucristo se entregó en la Cruz para ofrecernos su amor; en su pasión, soportó nuestros sufrimientos, cargó con nuestros pecados, nos consiguió el perdón y nos reconcilió con Dios Padre, abriéndonos el camino de la vida eterna. De este modo, hemos sido liberados de lo que más atenaza nuestra vida: la esclavitud del pecado, y podemos amar a todos, incluso a los enemigos, y compartir este amor con los hermanos más pobres y en dificultad.
Queridos amigos, la cruz a menudo nos da miedo, porque parece ser la negación de la vida. En realidad, es lo contrario. Es el “sí” de Dios al hombre, la expresión máxima de su amor y la fuente de donde mana la vida eterna. De hecho, del corazón de Jesús abierto en la cruz ha brotado la vida divina, siempre disponible para quien acepta mirar al Crucificado. Por eso, quiero invitaros a acoger la cruz de Jesús, signo del amor de Dios, como fuente de vida nueva. Sin Cristo, muerto y resucitado, no hay salvación. Sólo Él puede liberar al mundo del mal y hacer crecer el Reino de la justicia, la paz y el amor, al que todos aspiramos.

4. Creer en Jesucristo sin verlo

En el Evangelio se nos describe la experiencia de fe del apóstol Tomás cuando acoge el misterio de la cruz y resurrección de Cristo. Tomás, uno de los doce apóstoles, siguió a Jesús, fue testigo directo de sus curaciones y milagros, escuchó sus palabras, vivió el desconcierto ante su muerte. En la tarde de Pascua, el Señor se aparece a los discípulos, pero Tomás no está presente, y cuando le cuentan que Jesús está vivo y se les ha aparecido, dice: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo» (Jn 20, 25).
También nosotros quisiéramos poder ver a Jesús, poder hablar con Él, sentir más intensamente aún su presencia. A muchos se les hace hoy difícil el acceso a Jesús. Muchas de las imágenes que circulan de Jesús, y que se hacen pasar por científicas, le quitan su grandeza y la singularidad de su persona. Por ello, a lo largo de mis años de estudio y meditación, fui madurando la idea de transmitir en un libro algo de mi encuentro personal con Jesús, para ayudar de alguna forma a ver, escuchar y tocar al Señor, en quien Dios nos ha salido al encuentro para darse a conocer. De hecho, Jesús mismo, apareciéndose nuevamente a los discípulos después de ocho días, dice a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente» (Jn 20, 27). También para nosotros es posible tener un contacto sensible con Jesús, meter, por así decir, la mano en las señales de su Pasión, las señales de su amor. En los Sacramentos, Él se nos acerca en modo particular, se nos entrega. Queridos jóvenes, aprended a “ver”, a “encontrar” a Jesús en la Eucaristía, donde está presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino; en el Sacramento de la Penitencia, donde el Señor manifiesta su misericordia ofreciéndonos siempre su perdón. Reconoced y servid a Jesús también en los pobres y enfermos, en los hermanos que están en dificultad y necesitan ayuda.
Entablad y cultivad un diálogo personal con Jesucristo, en la fe. Conocedle mediante la lectura de los Evangelios y del Catecismo de la Iglesia Católica; hablad con Él en la oración, confiad en Él. Nunca os traicionará. «La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado» (Catecismo de la Iglesia Católica, 150). Así podréis adquirir una fe madura, sólida, que no se funda únicamente en un sentimiento religioso o en un vago recuerdo del catecismo de vuestra infancia. Podréis conocer a Dios y vivir auténticamente de Él, como el apóstol Tomás, cuando profesó abiertamente su fe en Jesús: «¡Señor mío y Dios mío!».

5. Sostenidos por la fe de la Iglesia, para ser testigos

En aquel momento Jesús exclama: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto» (Jn 20, 29). Pensaba en el camino de la Iglesia, fundada sobre la fe de los testigos oculares: los Apóstoles. Comprendemos ahora que nuestra fe personal en Cristo, nacida del diálogo con Él, está vinculada a la fe de la Iglesia: no somos creyentes aislados, sino que, mediante el Bautismo, somos miembros de esta gran familia, y es la fe profesada por la Iglesia la que asegura nuestra fe personal. El Credo que proclamamos cada domingo en la Eucaristía nos protege precisamente del peligro de creer en un Dios que no es el que Jesús nos ha revelado: «Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros» (Catecismo de la Iglesia Católica, 166). Agradezcamos siempre al Señor el don de la Iglesia; ella nos hace progresar con seguridad en la fe, que nos da la verdadera vida (cf. Jn 20, 31).
En la historia de la Iglesia, los santos y mártires han sacado de la cruz gloriosa la fuerza para ser fieles a Dios hasta la entrega de sí mismos; en la fe han encontrado la fuerza para vencer las propias debilidades y superar toda adversidad. De hecho, como dice el apóstol Juan: «¿quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» (1 Jn 5, 5). La victoria que nace de la fe es la del amor. Cuántos cristianos han sido y son un testimonio vivo de la fuerza de la fe que se expresa en la caridad. Han sido artífices de paz, promotores de justicia, animadores de un mundo más humano, un mundo según Dios; se han comprometido en diferentes ámbitos de la vida social, con competencia y profesionalidad, contribuyendo eficazmente al bien de todos. La caridad que brota de la fe les ha llevado a dar un testimonio muy concreto, con la palabra y las obras. Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás. En la era de la globalización, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero: son muchos los que desean recibir esta esperanza. Ante la tumba del amigo Lázaro, muerto desde hacía cuatro días, Jesús, antes de volver a llamarlo a la vida, le dice a su hermana Marta: «Si crees, verás la gloria de Dios» (Jn 11, 40). También vosotros, si creéis, si sabéis vivir y dar cada día testimonio de vuestra fe, seréis un instrumento que ayudará a otros jóvenes como vosotros a encontrar el sentido y la alegría de la vida, que nace del encuentro con Cristo.

6. Hacia la Jornada Mundial de Madrid

Queridos amigos, os reitero la invitación a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Con profunda alegría, os espero a cada uno personalmente. Cristo quiere afianzaros en la fe por medio de la Iglesia. La elección de creer en Cristo y de seguirle no es fácil. Se ve obstaculizada por nuestras infidelidades personales y por muchas voces que nos sugieren vías más fáciles. No os desaniméis, buscad más bien el apoyo de la comunidad cristiana, el apoyo de la Iglesia. A lo largo de este año, preparaos intensamente para la cita de Madrid con vuestros obispos, sacerdotes y responsables de la pastoral juvenil en las diócesis, en las comunidades parroquiales, en las asociaciones y los movimientos. La calidad de nuestro encuentro dependerá, sobre todo, de la preparación espiritual, de la oración, de la escucha en común de la Palabra de Dios y del apoyo recíproco.
Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso. Por ello, las Jornadas Mundiales de la Juventud son una gracia no sólo para vosotros, sino para todo el Pueblo de Dios. La Iglesia en España se está preparando intensamente para acogeros y vivir la experiencia gozosa de la fe. Agradezco a las diócesis, las parroquias, los santuarios, las comunidades religiosas, las asociaciones y los movimientos eclesiales, que están trabajando con generosidad en la preparación de este evento. El Señor no dejará de bendecirles. Que la Virgen María acompañe este camino de preparación. Ella, al anuncio del Ángel, acogió con fe la Palabra de Dios; con fe consintió que la obra de Dios se cumpliera en ella. Pronunciando su “fiat”, su “sí”, recibió el don de una caridad inmensa, que la impulsó a entregarse enteramente a Dios. Que Ella interceda por todos vosotros, para que en la próxima Jornada Mundial podáis crecer en la fe y en el amor. Os aseguro mi recuerdo paterno en la oración y os bendigo de corazón.

Vaticano, 6 de agosto de 2010, Fiesta de la Transfiguración del Señor.
BENEDICTUS PP. XVI

Este mismo mensaje lo pueden reflexionar en el material de pascua joven de la PJA =)

II Expo Católica Arquidiocesana... La Expo Católica del Bicentenario


Hacemos extensiva la invitación a la 2da Expocatólica Arquidiocesana, que tiene por lema “Exponiendo nuestra Fe”, que se realizará el sábado 07 de mayo, Sobre las Calles: Palma, Nuestra Señora de la Asunción y Chile, frente al Oratorio de Nuestra Señora de la Asunción y Panteón Nacional de los Héroes, de 08:00 a 15:00 hs

Este es un evento de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, diseñado y animado por la Comisión Arquidiocesana de la Misión Continental Permanente, en estrecha colaboración con las distintas áreas de nuestra Diócesis, tales como: Área de Familia , Vida y Comunidades Eclesiales, Área de Vocaciones y Ministerios, Área de Promoción Humana y Área de Cultura y Educación Católica.

Esta fiesta de color, música y, sobre todo, mucha creatividad se enmarca en las actividades por la Gran Misión Arquidiocesana y el Bicentenario de la Independencia de nuestra Patria y tiene como propósito presentar a todos los fieles los materiales, recursos y estrategias en la acción evangelizadora que nuestra Iglesia Arquidiocesana viene desarrollando.


Adriana Araujo
Coordinadora
Unite al grupo del facebook: http://www.facebook.com/?ref=home#!/home.php?sk=group_213282092016916&ap=1

lunes, 11 de abril de 2011

Visita Pastoral Parroquia San Gerardo


Se iniciaron las visitas pastorales de la coordinación decanal a las distintas parroquias de nuestro decanato. En esta oportunidad fue en la Parroquia San Gerardo (09 de abril), en donde compartimos gratos momentos con todos los jóvenes de la PJ.

Los jóvenes de la PJ de San Gerardo se encuentran abocados a la organización de la pascua joven 2011. Compartimos algunas fotos de dicha visita.

viernes, 1 de abril de 2011

Pre Pascua en la Parroquia San Pedro y San Pablo



Con Gran alegría en el marco de los trabajos de preparación de la Pascua Joven 2011, la Pastoral de Juventud de la Parroquia San Pedro y San Pablo de nuestro decanato,el domingo 27 de marzo del 2011 llevó a cabo la Pre Pascua Joven 2011.

Contaron con la presencia de Antonio Canata, quien compartió con todos los jóvenes de manera dinámica culminando con una hermosa Adoración al Santísimo.

Les animamos a que sigan preseverando =) Bendiciones!!!

Compartimos algunas fotos tomadas en la visita Pastoral..

sábado, 26 de marzo de 2011

1ra. Reunión Ordinadria del Consejo Decanal Post- Asamblea


Estimados amigos y hermanos

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que desde lo alto del cielo nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales. Él nos eligió en Cristo antes de la creación del mundo para que fuéramos su pueblo y nos mantuviéramos sin mancha en su presencia.

Movido por su amor, Él nos destinó de antemano, por decisión gratuita de su voluntad a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, y así ser un himno de alabanza a la gloriosa gracia que derramó sobre nosotros.

Les saludo con la paz de Nuestro Señor Jesucristo y de María Nuestra Madre, la Señora de la Asunción para informarles que en el marco de nuestro caminar como Consejo Decanal nos reuniremos el domingo 03 de abril del 2011 a partir de las 15.00hs puntualmente en la Parroquia San Pedro y San Pablo.

En dicha reunión trataremos temas sumamente importantes para nuestra PJD, relacionados a las decisiones y compromisos asumidos en nuestra asamblea decanal (mayor instancia de decisión a nivel zonal).

* Mandatos asamblearios (definición asesoría laical, asesoría religiosa)
* Presentación del plan
* Conformación de equipos y comisiones


Con respecto a la asesoría laical les recuerdo el mandato de la asamblea:


ASESORÍA LAICAL.
En cuanto a la asesoría laical, actualmente se encuentran Miguel Escalante y Gustavo González.
Mandato: La nueva coordinación deberá elaborar el Orden del día de la primera reunión decanal e incluir en el mismo la elección de asesores laicos. Previamente se deberá enviar los perfiles para asesor.

Para cumplir con este mandato les adjunto los perfiles y características que debe reunir un asesor para acompañar una Pastoral de Juventud. Los mismos fueron extraídos de Civilización del Amor, Tarea y Esperanza.

Esperamos que no falten ya que definiremos muchos temas de importancia que marcarán nuestro proceso y caminar =)

Aprovecho también la ocasión para alentarles a que sigan perseverando en la Fe en la Esperanza y en el Amor, y que juntos en comunión podamos construir la civilización del amor y así encarnar a Cristo en nuestras PJs. Que esta Pascua Joven 2011 realmente sea una oportunidad propicia para pescar Jóvenes para Cristo con la seguridad de que él mismo dirige el timón de nuestra Barca (la Iglesia) y nuestras vidas.

Me despido con un afectuoso abrazo en Cristo

Que Dios Padre y Jesucristo, el Señor, les conceda paz amor y fe, y que su Gracia les acompañe siempre.

Bendiciones!

Saludos
CPN Justo Darío Silva Yegros
Coordinador PJ Decanato III

Arquidiócesis de Asunción
0981-685-426; 0961-435-256
http://pjdk3.blogspot.com
mail: pjdk3@hotmail.com

PERFILES Y CARACTERISTICAS QUE DEBE REUNIR UN ASESOR (Exttraído de Civilización del Amor)

EL ACOMPAÑAMIENTO. LOS AGENTES DE LA PASTORAL JUVENIL.
La opción pedagógica de la pastoral juvenil requiere la presencia y la acción de agentes pastorales suficientemente capacitados para que puedan realizar un acompañamiento adecuado a los procesos de maduración de los jóvenes.

Por ser una acción de toda la Iglesia, la pastoral juvenil tiene como agentes a todos los cristianos -obispos, sacerdotes y diáconos, comunidades religiosas y laicos- pero más particularmente a quienes trabajan activamente en la pastoral juvenil, en la pastoral de conjunto y en las pastorales más afines con la juventud.

Los mismos jóvenes y sus grupos o comunidades juveniles son también agentes de los procesos de pastoral juvenil, ya que ellos son los primeros protagonistas de la evangelización de la juventud y de la construcción de la Civilización del Amor.

Aquí se destacan las funciones específicas de aquellos agentes que forman parte más directamente del quehacer diario de la pastoral juvenil: el animador, el asesor, el párroco y el obispo.

5.2 El Asesor.
5.2.1 Identidad y características.

La palabra “asesor” proviene de “sedere ad”, que quiere decir “sentarse junto a” y sugiere la idea de motivar, acompañar, orientar e integrar el aporte y la participación de los jóvenes en la Iglesia y la sociedad y propiciar la acogida de esa acción juvenil en la comunidad.

El asesor de Pastoral Juvenil es un cristiano adulto llamado por Dios para ejercer el ministerio de acompañar, en nombre de la Iglesia, los procesos de educación en la fe de los jóvenes.

La ministerialidad de la asesoría se fundamenta en Jesucristo servidor (Mt 20,28), que realiza el proyecto de amor liberador de Dios; en la ministerialidad de la Iglesia, que sirve a la humanidad actualizando la liberación integral realizada en Jesucristo; en el carácter bautismal, por el que todo cristiano participa de la misión ministerial de la Iglesia por obra del Espíritu y en la opción preferencial por los jóvenes asumida por la Iglesia Latinoamericana, como fruto del discernimiento sobre el proyecto de Dios para la juventud del continente.

Los ministerios son servicios que se confieren a determinadas personas para beneficio de la comunidad y para una mejor realización de su misión en el mundo. Por tanto, son mediados y discernidos por la Iglesia. En este caso, los pastores, la comunidad y los mismos jóvenes perciben juntos la necesidad de un acompañamiento real de sus procesos de educación en la fe y reconocen la oportunidad y la validez de un ministerio que lo haga posible.

La asesoría como ministerio de servicio a los jóvenes sólo puede ser ejercida por quien ha hecho una opción personal, ha recibido el envío por parte de la Iglesia y cuenta con la aceptación de los mismos jóvenes. No es un ministerio exclusivo del sacerdote o del religioso. En todos los niveles y experiencias de la Pastoral Juvenil y especialmente en las Pastorales Específicas de Juventud, crece cada día más el reconocimiento de que es también y fundamentalmente un ministerio laical.

No se trata, pues, de un “título”, ni de un “cargo de confianza” de la autoridad, ni de designar a alguien porque “es joven”, porque “le gusta” o simplemente porque hay que cumplir una “función”. Se trata de reconocer un carisma y una vocación especial para ese servicio. El reconocimiento de ese carisma por parte de la comunidad y especialmente de los mismos jóvenes, permite contrarrestar la visión “burocrática” de la asesoría, según la cual bastaría ser designado para ejercer correctamente el servicio, lo cual no es cierto y mucho menos en el mundo juvenil. Por eso, aceptar ese ministerio implica aceptar la necesidad de una capacitación para poder desarrollarlo de acuerdo a las orientaciones de la Iglesia Latinoamericana, en un sano equilibrio entre la participación juvenil y el reconocimiento de la autoridad de los pastores.

La reflexión y la práctica de la Pastoral Juvenil Latinoamericana han ido sistematizando algunas características de la identidad del asesor de pastoral juvenil que se comparten a continuación.

Identidad psicológica.
El asesor es un adulto, es decir, una persona que ha pasado ya la etapa de la juventud y ha vivido un proceso de maduración en el que ha definido su proyecto de vida y ha alcanzado una estabilidad afectiva para optar libremente y para asumir con responsabilidad los desafíos propios de su elección. Esta situación vital lo hace capaz de mirar el camino de los jóvenes desde otra perspectiva y de ofrecerles, al mismo tiempo, la posibilidad de tener un modelo de referencia para discernir sus propios proyectos.

Es una persona abierta, capaz de escuchar y dialogar con los jóvenes y de valorar lo positivo y lo negativo de sus vidas y de sus situaciones. Sabe tener una mirada de conjunto sobre la realidad y no quedarse solamente en los elementos que la componen. No rehuye los compromisos y las dificultades. Es responsable. Toma posición frente a los problemas y conflictos. Conoce el entorno en el que los jóvenes desarrollan sus potencialidades y procura encarnarse lo más posible en su realidad, con clara conciencia de que no se trata de que el asesor llegue a ser “uno más” entre ellos, sino de ser capaz de entender y acompañar desde su visión de adulto el proceso personal y comunitario que están realizando. Guía sus afectos por un auténtico amor de donación, evitando todo paternalismo y promoviendo el crecimiento y maduración de los jóvenes.

Vive con mucha libertad, porque es capaz de la autocrítica y del perdón. Prefiere trabajar en equipo. Tiene pasión por la verdad, lo que le permite reconocer en los jóvenes la misma capacidad de apasionarse por la verdad que él vive. Es capaz de proponer y esperar, porque sabe que acompaña un proceso que no es suyo, sino de los jóvenes. No se preocupa tanto por “hacer” cosas, sino por “ser” amigo y hermano y dar testimonio de una vida alegre y feliz, capaz de entusiasmar a los demás.

La maduración de la persona se va construyendo día a día en un proceso que nunca termina (Mt 5,48). Es consciente, por tanto, que también su proceso de maduración psicológica y de formación humana es constante y permanente. Acepta la compañía de los jóvenes y junto con ellos continúa su camino de realización personal.


Identidad espiritual.

El asesor es una persona de fe. Vive el seguimiento de Jesús en la opción que hace por los jóvenes, en quienes reconoce diariamente el rostro de Dios y la voz profética del Espíritu. Descubre la presencia de Jesús en medio de ellos (Mt 18,20), lo encuentra vivo y presente en los signos de la vida juvenil y lo sigue en el camino (Lc 24,13-35) que ofrece a los jóvenes para llevarlos a su realización y a su plenitud.

Cree en Dios y cree en los jóvenes. Sabe que la grandeza de su vocación está en la elección que Dios le ha hecho para confiarle la juventud, para hacerlo partícipe del amor con que él mismo ama a los jóvenes (SD 118) y para enviarlo a acompañarlos y estar presente en medio de ellos como signo de su amor.

Como cristiano, el asesor es una persona que ha clarificado ya su proyecto de vida, ha hecho su opción vocacional y lucha cada día por vivir con fidelidad los compromisos asumidos. Coherente con su opción, se esfuerza por integrar en su espiritualidad la fe y la vida y por encarnarse en la realidad y en las circunstancias y acontecimientos de la vida de los jóvenes. En su búsqueda de respuesta al proyecto de Dios para la juventud, se encuentra con el joven empobrecido, sufriente y marginado, al que hace objeto especial de su predilección (Mt 25,31-46).

Dedica su atención, su preocupación y su tiempo a aquellos en quienes Dios ha querido poner su mirada cariñosa. Sabe que antes de acompañar al grupo, como cristiano, él mismo es acompañado por Dios y que en realidad es él quien ha tomado la iniciativa de proponer la Civilización del Amor desde la fuerza y la debilidad de la misma juventud. Por eso no se atribuye honores ni éxitos exclusivos: la verdad de su misión lo hace humilde.

Identidad teológico-pastoral.
Hablar de ministerio es hablar de vocación. El asesor es, ante todo, un vocacionado, es decir, una persona llamada por Dios para cumplir una misión en la Iglesia. Como toda vocación, no es un llamado para sí mismo, sino para servicio de los demás. A través del obispo o del párroco que lo designan, el asesor es un enviado de la comunidad para anunciar y testimoniar el amor de Dios en medio de los jóvenes.

Por su propia naturaleza, la asesoría no es un ministerio protagónico, sino de apoyo: exige conocer, respetar, acompañar y promover los procesos de educación en la fe de los jóvenes. Es un servicio de amor que reconoce el valor del aporte juvenil en nombre de la Iglesia.

El asesor es una persona de Dios: una persona de oración y testimonio, que habla desde la profundidad y la experiencia de su vida y no desde la teoría y las cosas aprendidas. Va creciendo, viviendo, madurando con los jóvenes y haciéndose asesor desde dentro del proceso del mismo grupo.

Es una persona que conoce, ama y sirve a la Iglesia. Hace comunidad con los jóvenes y los ayuda a que sientan la Iglesia como una comunidad. Está en comunión con ella, es fiel a sus enseñanzas y reconoce tanto su realidad divina como sus limitaciones humanas. Se preocupa por conocer y seguir las líneas pastorales y las orientaciones de la Iglesia local en la que está trabajando, de la Pastoral Juvenil Nacional y Latinoamericana y especialmente, procura ser fiel a la propuesta de la Civilización del Amor como núcleo central del proyecto que la Iglesia propone a los jóvenes.

Se sabe enviado a todos los jóvenes. Esto lo lleva a superar los límites del pequeño grupo o de los jóvenes que están integrados en los grupos de la Pastoral Juvenil y dirigir su mirada y su atención a todos los jóvenes, especialmente a los más pobres y a quienes nunca han recibido el anuncio de Jesucristo liberador. Lo lleva, también, a no mirar a los jóvenes en su conjunto, sino en la diversidad de situaciones en que viven, sea por las actividades que realizan: campesinos, estudiantes, obreros, universitarios; sea por sus culturas propias: indígenas, afroamericanos; sea por las situaciones que condicionan sus vidas: migrantes, marginados, jóvenes en situaciones críticas...

Identidad pedagógica.
El asesor es un educador. Actúa de acuerdo a la pedagogía de Dios y siguiendo el modelo que utilizó Jesús con sus discípulos. Como Dios con su pueblo, el asesor hace alianza con los jóvenes, escucha sus clamores, camina con ellos, les da su vida y deja que vayan haciendo su camino con libertad. Tiene una propuesta educativa clara y concreta para los jóvenes, que no impone sino que propone y sabe cómo llevarla a la práctica y hacerla realidad.

Educa desde la vida y para la vida. Acompaña los procesos personales y grupales de los jóvenes integrando acción, reflexión, convivencia y oración en una propuesta de cambio que da nuevo sentido a sus vidas. Transmite datos y elementos culturales de interés para la juventud, para su crecimiento y para su protagonismo en el proceso liberador. Aporta principalmente el testimonio de su propia vida y de su compromiso por la transformación de la Iglesia y de la sociedad, en coherencia con el proyecto de Jesús y los signos de los tiempos.

Desarrolla una pedagogía experiencial, participativa y transformadora (SD 119) y una metodología que integra el ver-juzgar-actuar-revisar-celebrar (SD 119). Promueve un trabajo planificado e integrado en la pastoral de conjunto y las demás instancias de coordinación a todos los niveles. Vela por la memoria histórica de los procesos generales y específicos y ayuda a los jóvenes a formular sus proyectos de vida y a descubrir su lugar y sus desafíos en las situaciones que les tocan vivir.

Reconoce el protagonismo de los jóvenes pero expresa, a la vez, la conciencia de que se necesitan vínculos estrechos y eficaces con las comunidades cristianas y en general con el mundo adulto que condiciona a los jóvenes y al que, a su vez, están llamados para ofrecer su aporte vital y creativo.

Tiene claro que su acompañamiento no es pasividad y no-intervención. Sabe bien que la cuestión no es influir o no influir, sino cómo influir y en qué dirección influir. Por eso realiza intervenciones educativas para generar cambios en la vida de los jóvenes y las reafirma con su testimonio de actor social y no sólo de señalador o ideólogo que evade la responsabilidad y el conflicto.

Como educador, se ubica entre los jóvenes como amigo maduro y orientador. Ayuda a formular sus problemas, a objetivar sus intereses y a posibilitar la búsqueda de soluciones; colabora en la sistematización de sus vivencias y en su confrontación con las teorías elaboradas, impulsa la articulación de su unidad de organización y acción y promueve su inserción en el medio y su vinculación con la sociedad más amplia. Individualiza los liderazgos y desarrolla estrategias para la captación de nuevos agentes para servicio del proceso. Hace ver a los jóvenes que su modo de actuar contiene ya, de cierta forma, el resultado que se quiere alcanzar. Para asegurar la continuidad de los procesos iniciados, plantea la necesidad de definir un tiempo estable y prudencial para prestar su servicio.

Identidad social.
El asesor es una persona encarnada en su realidad social y con profundo sentido de pertenencia a ella. Conoce y asume las esperanzas y dolores de su gente y de su pueblo. Siente empatía con esa realidad y especialmente con la de los jóvenes y procura identificarse con la situación concreta de quienes tiene que acompañar. Es capaz de llorar con los que lloran, reir con los que ríen y sufrir con los que sufren.

Procura ser un actor social y no quedar pasivo ante los desafíos de la realidad. Se siente llamado a transformarla denunciando los signos de muerte, anunciando signos de vida y haciendo opciones concretas para que éstos se hagan realidad.

Respetuoso de la pluralidad de criterios e ideologías, está profundamente convencido de la fuerza de los jóvenes para la transformación de la sociedad y la construcción de la Civilización del Amor.

5.2.2 Tareas.
La identidad del asesor de pastoral juvenil, con toda la riqueza de dimensiones que integra, determina también su rol, es decir, el conjunto de actitudes, quehaceres, tomas de posición y estilos de vida y de acción que pone en práctica para el cumplimiento de su misión de asesor, en íntima y coherente relación con su propio ser y con su propia realidad.

Su identidad psicológica lo lleva a asumir con madurez un rol de escucha, apertura, acompañamiento y encarnación; su identidad espiritual le hace vivir su rol desde el amor de Dios a él y a los jóvenes; su identidad teológico-pastoral lo lleva a asumir su rol en clave ministerial; su identidad pedagógica determina su rol de educador con una pedagogía de propuesta y acompañamiento y su identidad social se plasma en su rol de actor en la transformación de la sociedad.

Ese rol pluridimensional se explicita en diversos ámbitos: en relación a sí mismo, en el acompañamiento personal a los jóvenes, en el acompañamiento a los grupos, en su relación con los otros asesores y en su relación con la comunidad eclesial y social.

En relación consigo mismo.
Las exigencias del acompañamiento a los jóvenes le hacen tomar conciencia de la necesidad de capacitarse teológica, pedagógica, científica y técnicamente para tener una visión más clara y siempre actualizada de la realidad y de la cultura juvenil, para definir criterios precisos que orienten su presencia y su acción en medio de ellos y para saber utilizar los instrumentos adecuados en el momento oportuno.

La capacitación no se alcanza de un día para otro: se busca, se va logrando. Es un proceso formativo a veces difícil y cuestionante, pero muy enriquecedor, por el que se van asimilando cualidades y adquiriendo aptitudes para desempeñar más eficazmente la misión que se ha recibido. El asesor se preocupa por su formación integral, gradual y permanente y está atento para aprovechar y participar en las instancias especializadas que se ofrecen para “formar formadores”. Incansable buscador de la verdad y de la plenitud, vive en actitud de apertura, siempre dispuesto a renovarse y a cambiar. Lee, recopila materiales, sistematiza sus experiencias, organiza su trabajo, distribuye sus tareas y su tiempo para una mejor realización de su servicio y para no afectar los demás compromisos de su vida personal y evalúa constantemente su ser y su quehacer como asesor.

En relación con la persona del joven.
La gran mayoría de los asesores comienzan generalmente su experiencia animando y acompañando grupos juveniles. Pero muy pronto, la misma vida los va llevando a un nivel mucho más delicado, profundo y de mayor responsabilidad, que es el acompañamiento personal de cada joven. Este es un elemento esencial de la tarea del asesor. Por él, de una manera más directa y concreta, el asesor ayuda a los jóvenes a clarificar y definir su proyecto de vida y a tomar las opciones que configurarán su ser y su quehacer en la Iglesia y en la sociedad.

Es un acompañamiento integral, que atiende todos los aspectos y dimensiones de la vida y es un acompañamiento procesual y gradual, un seguimiento que tiene su propia lógica y que no puede realizarse de una manera sólo espontánea y voluntarista.

El acompañamiento personal debe tener en cuenta, de un modo especial, la dimensión afectiva del joven, su elección profesional y su opción vocacional, su compromiso y participación activa, consciente y responsable no sólo en las estructuras eclesiales sino también y principalmente en las estructuras sociales y políticas; su proceso de crecimiento en la fe y la maduración de una espiritualidad que integre la fe y la vida y lleve a una opción cada vez más madura y consciente por Jesús y su Evangelio, integrada en su proyecto global de vida.

En relación con el grupo.
Otro elemento esencial de la tarea del asesor es acompañar los procesos de los grupos juveniles para que puedan llegar a ser verdaderos espacios de crecimiento humano y de maduración en la fe. En ese sentido, el asesor tiene un vasto y muy variado campo de acción.

Como persona integradora, dialogante, capaz de entablar un tipo de relación horizontal y de igualdad con los jóvenes, crea y favorece el clima de amistad y confianza necesario para que puedan desarrollar en los grupos sus procesos de conversión y crecimiento. Educa para el diálogo y la fraternidad, celebra la dimensión festiva de sus vidas, valora sus gestos, sus signos y sus expresiones simbólicas.

A partir de la realidad personal y social de los jóvenes del grupo, promueve procesos de formación integral crítica y liberadora, y les da seguimiento a lo largo de sus diferentes etapas: anima la integración de los recién convocados, impulsa el crecimiento y la maduración de los iniciantes y apoya el compromiso de los militantes. Dedica especial atención a la formación y acompañamiento de los animadores. Promueve los liderazgos, descubre y potencia las aptitudes personales de los jóvenes, delega funciones para promover el desarrollo de sus capacidades. Utiliza metodologías y pedagogías que promueven el protagonismo juvenil e integran elementos atrayentes como el teatro, el deporte, la música, el cine, el arte... (SD 119).

Educa para la organización, respetando lo que los jóvenes proponen y estando abierto a entender y orientar su creatividad. Ayuda a clarificar funciones dentro del grupo, impulsa la ejecución corresponsable de los planes y programas previstos y favorece la sistematización de las experiencias realizadas. Favorece todo lo que promueve y fortalece la identidad del grupo y al mismo tiempo, lo ayuda a abrirse a dimensiones eclesiales y sociales más amplias del trabajo con jóvenes.

Despierta la sensibilidad y el compromiso hacia los más débiles y empobrecidos y apoya al grupo en su proyección sociopolítica, acompañándolo en la acción y brindándole elementos de formación y discernimiento para entender su quehacer como una concretar su fe cristiana. Con mentalidad abierta y pluralista, favorece el encuentro y el intercambio con otras organizaciones que también trabajan por un mundo más humano, aceptando que éstos también existen más allá de las experiencias cristianas y eclesiales.

Promueve la experiencia comunitaria de la fe, respeta y valora las expresiones religiosas de los jóvenes y lleva al grupo a profundizar la Palabra de Dios y a tener una fuerte y sólida vivencia y comprensión de la oración y de los sacramentos. Es una permanente referencia a Jesús y al Evangelio. Anima, invita, y enseña con su testimonio el valor y el lugar de la oración, de los sacramentos y de las celebraciones en la vida de los seguidores de Jesús.

En el acompañamiento grupal, el asesor se asegura de no trabajar solo, sino en íntima colaboración con los animadores y en vinculación con las instancias de coordinación que correspondan.

En relación con los otros asesores.
La asesoría de pastoral juvenil es un ministerio eminentemente colegial. El asesor no trabaja solo y aislado en su grupo; está llamado a relacionarse con los otros asesores, especialmente en el Equipo de Asesores.

El Equipo de Asesores posibita la complementación no sólo a nivel de aptitudes personales y de distribución de tareas, sino principalmente a nivel del aporte que las distintas experiencias de vida de los asesores -laical, religiosa, diaconal, sacerdotal- ofrecen a los jóvenes como modelos de proyectos de vida cristiana.

El Equipo de Asesores no es una instancia de planificación o de coordinación de actividades para los jóvenes. Es un ámbito para compartir la vida, para confrontar con otros asesores ideas y experiencias, para discernir comunitariamente los signos de la vida juvenil; para encontrar apoyo en la oración, en la reflexión y en la evaluación de su servicio y para celebrar juntos la presencia de Jesús vivo en las diversas sitaciones de los procesos juveniles que se acompañan.

En relación con la comunidad.
El rol del asesor tiene implicancia en relación a la comunidad eclesial y a la comunidad social en las que realiza su servicio.

* En relación con la comunidad eclesial, el asesor busca concretar una mayor presencia de los jóvenes en la vida de la Iglesia y abrirles mejores y más reales “espacios de participación” (SD 119), pero se preocupa también por llegar y acompañar a los jóvenes que participan esporádicamente en la vida de la Iglesia o que no están integrados al proceso orgánico de la Pastoral Juvenil. Anima la celebración de una liturgia “viva, participativa y con proyección de vida” (SD 145). Fomenta la comunión eclesial siendo nexo entre las generaciones adultas y los jóvenes, promoviendo el “diálogo mutuo entre jóvenes, pastores y comunidades” (SD 114), asegurando la coordinación de la Pastoral Juvenil general y de las Pastorales Específicas de Juventud con la pastoral de conjunto y abriendo caminos para ofrecer un itinerario de maduración humana y cristiana que no se agote en la iniciación o en la militancia juvenil.

* En relación con la comunidad social, el asesor busca desarrollar el potencial de los jóvenes y llevarlos a una mayor presencia y acción a favor de “las necesarias transformaciones de la sociedad” (SD 115). Fomenta el análisis y el estudio sistemático de los hechos sociales y colabora en la búsqueda de respuestas a las necesidades de los jóvenes y de la sociedad. Educa en los valores democráticos y brinda espacios de formación “en orden a una actuación política dirigida al saneamiento, al perfeccionamiento de la democracia y al servicio efectivo de la comunidad” (SD 193). Promueve la conciencia social de los jóvenes para que sean capaces de “conocer y responder críticamente a los impactos culturales y sociales que reciben” (SD 114). Sabe que esto implica luchar contra “ciertas mentalidades clericales que privan de dar respuestas eficaces a los desafíos actuales de la sociedad” (SD 96), por lo que busca que los jóvenes sientan siempre “todo el respaldo de sus pastores” (SD 99).

Como adulto, el asesor se ubica tanto dentro de la comunidad eclesial como dentro de la comunidad social como un enviado al mundo juvenil. El mundo juvenil se propone generalmente los mejores ideales para transformar la sociedad y la Iglesia, pero suele encontrar oposición e indiferencia por parte del mundo adulto. Muchos problemas de los jóvenes no son problemas de la juventud como tal, sino problemas del mundo adulto reflejados en el mundo juvenil. Buena parte de los problemas de la juventud encuentran su explicación en el rompimiento de la relación con el mundo adulto y en la distancia que se ha creado entre ambos.

Será tarea del asesor ayudar al mundo adulto a entender al mundo juvenil. Con su madurez y actitud de diálogo, hablará y discutirá con él sobre su concepto de juventud e influirá para que dejen de considerar a los jóvenes sólo como “problemas” y descubran su potencial y el valor de su aporte cuestionador y renovador. Al mismo tiempo, ayudará a los jóvenes a entender el mundo adulto y a valorar el aporte de su experiencia y de su modo de ver y entender el mundo y la historia. Podrá convertirse así en un elemento reconciliador entre el mundo adulto y el mundo juvenil, ayudará a superar el conflicto generacional y promoverá una unidad comunitaria que será signo y anuncio del nuevo modo de relación de jóvenes y adultos en la Civilización del Amor que se quiere construir.

5.2.3 Niveles de la asesoría.
La identidad y el rol del asesor se enriquecen con funciones y responsabilidades que aportan nuevos contenidos y exigen tomas de posición más determinantes según sean los niveles en los que se realiza la asesoría.

Un primer nivel es la asesoría al grupo. Lo más correcto es que un asesor comience allí su servicio. Sin esta experiencia de trabajo en la base, la asesoría podría convertirse en un oficio meramente técnico o desencarnado y hasta podría darse el caso de que hubiera asesorías sin que existieran grupos y comunidades. Cuando los grupos parroquiales o de las Pastorales Específicas de Juventud se multiplican, comienzan las articulaciones o coordinaciones, a nivel parroquial, diocesano, nacional, regional y latinoamericano. La asesoría asume entonces un especial matiz como vínculo de unidad y comunión. El rol del asesor que participa en estos niveles de coordinación se va definiendo de acuerdo a las características y exigencias del nivel que asesora. En todos los casos, cuidará particularmente que los organismos que se creen estén realmente al servicio de los jóvenes y promuevan el desarrollo y maduración de sus procesos de formación.

Hay asesores que acompañan la etapa de iniciación y asesores que acompañan la etapa de militancia. Los que acompañan la etapa de iniciación procuran que los procesos de formación de los jóvenes culminen en la militancia, en su integración creativa y dialogante a la comunidad adulta y en el discernimiento de su opción vocacional. Los que acompañan la etapa de militancia alientan la vinculación concreta de los jóvenes con sus comunidades cristianas, los ayudan a profundizar sus motivaciones de fe para enfrentar los riesgos del compromiso militante, los animan a revisar y celebrar su vida y su práctica y los acompañan en la realización plena de su opción vocacional.

La asesoría de las Pastorales Específicas de Juventud supone un conocimiento particular de la realidad de cada medio y el uso de metodologías y estructuras de coordinación adecuadas a cada situación. El asesor se va formando en el acompañamiento y va creciendo en el caminar junto con los jóvenes. Sabe que no existen procesos totalmente uniformes y que se necesita apertura y flexibilidad para tener posibilidad de responder a las nuevas exigencias que plantean las diversas situaciones juveniles.

jueves, 24 de marzo de 2011

Animación Bíblica Juvenil para Catequistas de Confirmación



"La Palabra de Dios se hace joven con los jóvenes".

El 20 de marzo de 2011 en el Seminario metropolitano se llevó a cabo la primera Animación Bíblica Juvenil de año. En esta ocasión destinado para catequistas de confirmación.

Los catequistas pudieron acceder al taller dirigido por el Equipo de Animadores Bíblicos de la PJA (Gustavo Van Humbeeck, Justo Darío Silva Yegros, Rodrigo Romero y Lourdes Zelada).

Participaron más de 50 catequistas de confirmación quienes además de recibir la BCJ "Biblia Católica para Jóvenes" además recibieron nociones fundamentales de introducción a la bilia.

Se vienen más ABJs, solicitalo para tu Decanato o parroquia.

martes, 22 de marzo de 2011

MBJ - Misión Bíblica Juvenil....!!!



Se viene se viene lo que tanto estabamos esperando... la Primera Misión Bíblica Juvenil..en el marco de la Misión Continental permanente... pronto tendremos más detalles. El 2012 trae consigo la MBJ, estate atento!!!

viernes, 18 de marzo de 2011

Mensaje de Cuaresma de nuestro Arzobispo, Monseñor Pastor Cuquejo


Mensaje del Arzobispo Metropolitano por la Cuaresma 2011

La celebración de la Pascua tiene su propio significado y este año se inserta en el bicentenario de nuestra independencia patria. Estos dos acontecimientos nos motivan para conmemorar y revivir la esencia de nuestra existencia misma como cristianos y paraguayos. Con el lema “Una nueva evangelización para un nuevo Paraguay”, la Iglesia nos invita a recorrer los cuarenta días de este tiempo litúrgico, llamado la Cuaresma, en un clima de profunda oración, penitencia y caridad operante.

Es un tiempo oportuno para revisar con sinceridad nuestra vida en relación a Dios y al prójimo. Es un tiempo de penitencia, de reconocimiento sincero de los vicios personales y sociales, los cuales tantas veces cobran formas de pecado; es un tiempo de conversión personal y comunitaria.

En nuestra cultura posmoderna, la conciencia va perdiendo su autonomía en la cual la mayoría vive para sí, desentendiéndose de Dios y del prójimo. Con facilidad los ojos se cierran cuando ven las necesidades de los más carenciados. El mayor mal es la falta de amor-caridad, la indiferencia hacia aquellos que sufren enfermedades, extrema pobreza, la inseguridad sicológica y social que se cierne sobre nuestra comunidad nacional.

En este tiempo de cuaresma, nuestro Padre Dios nos pide esforzarnos para transformar nuestra vida personal y nuestros vínculos familiares y sociales. Dios Creador nos pide que cuidemos de la naturaleza, que la administremos responsablemente y la disfrutemos. Esto significa instaurar la cultura de la protección de la protección de todo lo creado.

Es responsabilidad de todos los cristianos y particularmente de los católicos, apoyar con su esfuerzo sostenible para restaurar, mantener y promover toda la creación. El Señor nos pide que seamos solidarios dentro del hogar, con nuestros vecinos y en nuestros barrios. En este sentido somos llamados a realizar acciones comunitarias concretas, con un espíritu de alegría mirando hacia la Pascua, realizando mingas ambientales, ayudando a eliminar por ejemplo los criaderos de mosquito para prevenir el dengue, azote de nuestra población y otro tipo de enfermedades.

Nos pide que llevemos la alegría propia del cristiano en el ambiente que frecuentamos; de esta manera reflejamos a un Dios bueno, compasivo, comprensivo y misericordioso. Además de la oración y la penitencia, la caridad operante debe concentrarse en una atención especial a los niños, ancianos y enfermos, a las personas abandonadas e indefensas que necesitan de nuestra solidaridad, de un espíritu de esperanza para poder seguir viviendo.

Poniendo en práctica estas recomendaciones, estamos seguros que la Pascua Gloriosa nos encontrará renovados y felices. En esta cuaresma acompañamos a Jesús a través de nuestro prójimo como El lo paso desde el pesebre hasta la cruz, con la esperanza de encontrar el sepulcro vacío, porque El verdaderamente resucitó.
+ Mons. Pastor Cuquejo
Arzobispo Metropolitano

lunes, 14 de marzo de 2011

Pascua Joven - Parroquia Santa Ana


Desde ahora empezamos a invitarlos a nuestra Pascua Joven
este año preparamos cosas lindas, sorpresas e invitados de nivel: charlistas renombrados y grupos musicales de primera
Será una fiesta! extiendan esta invitación!!

PJ Parroquia Santa Ana =)

domingo, 13 de marzo de 2011

Mensaje de Cuaresma Coordinación Decanal


Mensaje de Cuaresma

Queridos Hermanos:


¡Qué hermosa oportunidad y Gracia nos regala Dios al celebrar nuevamente el inicio del Tiempo de Cuaresma! Un tiempo en que se nos propone vivir en la intimidad con Jesús en el desierto para reflexionar acerca de todo lo que nos impide seguirle.

Caminar durante 40 días hacia la Gran fiesta y misterio de nuestra redención, La Pascua, implica mirarnos interiormente y caminar hacia la conversión tal como lo dice el profeta Joel “Conviértanse a mí de todo corazón, dice el Señor, con ayuno, con llanto, con luto; rasguen los corazones, no las vestiduras, conviértanse al Señor Dios”.

Es un tiempo propicio para el ayuno, el ayuno no solo de comida, sino de malas acciones, deseos e intenciones, de malos pensamientos, en una palabra, de todo lo que nos aleja de Dios. En ese sentido me parece importante mencionar lo que dice Isaías en su capítulo 58, 6-8:
6 El ayuno que yo escogí, ¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados y romper todo yugo? 7 ¿No es que compartas tu pan con el hambriento, que a los pobres errantes albergues en casa, que cuando veas al desnudo lo cubras y que no te escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba y tu santidad se dejará ver en seguida; tu justicia irá delante de ti y la gloria de Jehová será tu retaguardia.

Implica Revisar nuestra vida a la luz de la de Jesús, el mesías quien fuera empujado por el Espíritu Santo al desierto, un desierto de pruebas y luchas pero por sobre todo un lugar de encuentro con el mismo Dios Vivo, un lugar de amor.

Todo el tiempo cuaresmal es un tiempo privilegiado en que el mismo Dios nos llama intensamente a la conversión. La imposición de la ceniza en nuestra frente es símbolo de penitencia, de arrepentimiento y por sobre todo del deseo fervoroso y ardiente de caminar hacia la Pascua de Jesús, por la cual hemos sido justificados y librados de la esclavitud del pecado.

Que el Señor nos conceda la Gracia de experimentar su inmenso amor en estos días de prueba, que por medio de Jesucristo, Nuestro Salvador, nos conceda la fortaleza necesaria para vencer las tentaciones que se nos presentan día a Día.

Caminemos pues hermanos, caminemos hacia la Pascua de nuestra redención, preparándonos debidamente para recibir la salvación que nos trae el mesías, el Señor.


Justo Darío Silva Yegros
Coordinador Interino PJ Decanato III
Arquidiócesis de la Santísima Asunción

Lanzamiento del Material de Pascua Joven 2011

Con músicas, danzas, alabanzas y mucha buena onda, se dio el lanzamiento del material de pascua joven 2011 de la PJA.

"Somos Jóvenes evangelizadores por un nuevo Paraguay" ese es el lema que nos acompañará este año en que queremos: "Descubrir a Jesucristo como fuente de evangelización de nuestros pueblos para la construcción de un nuevo Paraguay"

Los talleres fueron presentados por los miembros del equipo de redacción con la ayuda de diversos ministerios musicales y las representaciones de MDA.

"En tu barca" del Grupo Jeshua, es el canto tema de este año.

Asamblea Decanal Electiva :)

Con gran alegría el 20 de febrero de 2011 de 10.00 a 17hs, nos hemos reunido en Asamblea General Ordinaria electiva todos los representantes y delegados de las parroquias ariculadas de nuestro decanato.

"Nos ponemos en camino", después de muchos intentos con mucha fuerza para continuar trabajando juntos. Asistieron activa y responsablemente en esta nuestra mayor instancia de participación y decisión a nivel zonal, las siguientes parroquias:
- Cuasi parroquia Virgen María Reina
- Nuestra Señora del Rosario
- San Juan Bautista
- San Pedro y San Pablo
- San Gerardo
- Santa Ana

La asamblea se dividió en 2 grandes momentos:

1- Elaboración de los Objetivos decanales para los próximos 2 años y;
2- Elección de la Terna para la coordinación decanal

Para el primer momento Nos acompañó Mary Lezcano, ex Secretaria Ejecutiva de la PJA y actual coordinadora de la Comisión Nacional de Bicentenario, se utilizaron 2 Instrumentos de trabajo:
- El primer instrumento respondía al "VER", para ello se conformaron grupos con integrantes de diferentes parroquias a fin de ver las Fortalezas y debilidades de nuestra PJ según las líneas de acción de la PJA.
- En el segundo instrumento "JUZGAR", confrontamos con el DA (Documento de Aparecida) si nuestra PJD estaba o no preparada para asumir los desafíos y líneas de acción propuestos por dicho documento, utilizando también el Método Foda.
Por último, hemos elaborado todos juntos nuestros objetivos "ACTUAR" teniendo en cuenta las debilidades y las fortalezas. Los objetivos se enmarcan dentro de 5 líneas de acción de la PJA:
- Organización
- Formación
- Comunicación
- Sostenimiento
- Asesoría

Para el segundo momento: Protocolo asambleario, se designó un Secretario de actas y un Presidente.
Fueron mocionados Cinthia Balbuena de la Parroquia Santa Ana para Secretaria de actas y César Queiroz de la Parroquia Nuestra Sra. del Rosario como Presidente, ambos aceptaron.

Se leyeron los perfiles para coordinador y se definió la forma para la elección de la Terna. Las mociones fueron personales y los votos por parroquia.

Posteriormente se procedió a la votación por parroquia. Según voto asambleario 5 fueron para una persona y 1 para otra. La asamblea ya definió a la persona que asumirá la coordinación pero esta decisión debe ser avalada por el Clero Decanal.

Agradecemos a todos los que participaron responsablemente en esta Gran Fiesta y en especial a la Srta. Mary Lezcano por habernos acompañado durante todo el proceso asambleario.

Estamos muy contentos de que como decanato, estamos dando signos concretos de un mayor compromiso, deseamos seguir caminando con Jesús de la mano de María para que nuestros pueblos en Cristo tengan Vida.

Agradecidos en Dios.
Justo Darío Silva Yegros
Coordinación Interina Deacanal

Compartimos con todos ustedes algunas de las fotos del día:

jueves, 3 de marzo de 2011

Lanzamiento del Material de Pascua Joven 2011



Con gran Alegría desde el equipo de redacción del Material de pascua joven 2011, les invitamos al lanzamiento del mismo el día viernes 04 de marzo de 2011 a partir de las 18hs en el Seminario Metropolitano.

Costo del material G. 7mil y costo del CD G. 12mil.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Cristoteca de Disfraces del Bicentenario

Después de más de un mes de preparación, finalmente se realizó la Cristoteca de Disfraces del Bicentenario, una hermosa fiesta de fe y de sana diversión que reunió cientos de jóvenes el sábado 19 de febrero desde las 20 horas en el tinglado de la Parroquia San Miguel Arcángel de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción.

La fiesta, organizada por el Equipo de Comunicación en colaboración con el Equipo de Sostenimiento, tuvo como motivación reunir a los jóvenes de las comunidades y movimientos juveniles presentes en las parroquias y colegios arquidiocesanos.

Músicas católicas paraguayas y de otros países, con arreglos y ritmos especiales, sonaron toda la noche, manteniendo el ambiente de alegría y de fiesta.

Muchos jóvenes se disfrazaron con motivos del Bicentenario de la Independencia del Paraguay. Al final, hubo una premiación de los disfraces más creativos.

A la vez, los participantes votaron en la Reina y el Rey de cada decanato. El resultado fue una sana competencia que reveló la belleza de nuestra juventud.Tania Torres e Iván Duarte, nuestros representantes han obtenido la coronación de reina y rey respectivamente.

La fiesta fue abierta con la entronización del cuadro de Nuestra Señora de la Asunción mientras se rezaba la oración por la Cristoteca.

La fiesta ya estaba por la mitad, cuando subió al escenario el grupo Hu haa, que hizo saltar y bailar a los jóvenes que alababan a Dios. Era un concierto especial del grupo, ya que en esta ocasión ellos lanzaban su primer CD.

Se hicieron remeras alusivas al Bicentenario y a la Cristoteca, y no restó una siquiera para contar la historia. Todas fueron vendidas.

Hubo también una cantina donde los jóvenes pudieron degustar riquísimas empanadas, panchos y gaseosas.

La Eucaristía fue culmen de la fiesta de Cristo, de la cual participaron activa y devotamente todos los jóvenes. Luego de la comunión eucarística, de rodillas, los jóvenes le ofrecieron a Jesús su humilde pero sincera adoración.

Les agradecemos, en primer lugar, a Dios y la Madre de la Asunción, por todo lo vivido y celebrado en esta Cristoteca de Disfraces del Bicentenario. Y también les agradecemos a los Equipos de Comunicación y de Sostenimiento por toda la dedicación dispensada para que fuese todo un éxito esta fiesta de Cristo. Y, por supuesto, les damos las muchas gracias a las chicas y chicos que disfrutaron con tranquilidad, paz y mucho gozo esa fiesta que estará para siempre registrada en nuestras mentes y corazones.

Y ¡que venga la próxima Cristoteca!

2da Jornada de Integración del Consejo de PJA



Jornada de Integración del Consejo Arquidiocesano

Queridas hermanas y hermanos
El 2011 está siendo un año de bendiciones para la Pastoral de Juventud de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción.

Siguiendo el Plan Pastoral 2011, que hemos construido y hemos comprometido juntos, les comunicamos con alegría que el domingo 13 de marzo se realizará la Jornada de Integración con los Coordinadores Decanales y miembros de los Equipos Específicos.

El objetivo de esta jornada es fortalecer el compromiso de nuestros agentes pastorales, incentivando el sentido de pertenencia, en comunión con los objetivos y las distintas líneas de acción.

En la brevedad posible les estaremos informando otros importantes detalles de la jornada, como el local, el horario y el costo.

Reserven ya el domingo 13 de marzo para esta importante actividad de nuestra Pastoral de Juventud Arquidiocesana.

Previa de la Cristoteca =)

Organización, reuniones, venta de entradas,la Cristoteca e Disfraces del Bicentenario se viene con todo.... Crhisthian Arzamendia presentando,danzaremos con HuHa y disfrutaremos de una Eucaristía única con el Padre Kleber Cardoso, asesor de la PJA.

Además, elección y coronación de Rey y Reina de la Arquidiócesis por voletas vendidas, no podés faltar... así se están preparando los chicos de la organización..

martes, 1 de marzo de 2011

Coordinación Extraordinaria - Parroquia San Gerardo



El día domingo 13 de febrero de 2011 en la Parroquia San Gerardo, se realizó una reunión extraordinaria para finiquitar algunos detalles para la Cristoteca y la asamblea decanal.

En dicha Ocasión, la coordinación hizo entrega de los talonarios para Rey y Reina de la Cristoteca como así también las notas de convocatoria a la asamblea firmadas por nuestro decano, el Pbro. Osmar Fleitas.

Además se conversó acerca de la probable fecha del primer campamento del decanato.

Participaron representantes de las siguientes parroquias: Santa Ana, San Gerardo,San Pedro y San Pablo y Nuestra Señora del Rosario =)